Yo sabia que el mar me habría de robar mis mujeres, no a todas, por eso a la última la busque dentro de él.
Felipa yacía muerta y la arena y el agua ya le habían fabricado una suave colcha a su cuerpo. Estaba recién muerta, por lo que deduje que su alma mojada aún debería de estar perdida dentro del mar. Entonces como pude me desvestí y me arrojé en su búsqueda. Siempre he sido un gran nadador y un mejor coleccionista, pero cuando encontré su alma jugando con focas y delfines me dijo: “No fue el mar fui yo”.
Es un buen microrelato...pero ese "no fue el, fui yo"...hay algo que hace falta, a pesar que ese final da redondez a todo el texto...no sé.
ResponderEliminarMe ha gustado, solo que no asimilo bien la expresión: "Estaba recién muerta".
ResponderEliminarBuena fortuna.