Ella dice estar en Francia porque le gusta Francia y tirarse a los franceses. Ella es delgada, diminuta, de facciones más bien finas y su piel de india, amiga mía, es trigueña, muy adorable. Ella no es en verdad lo que yo llamaría una puta muy puta pero si de algo vive mientras se folla a medio Paris es de lo que hace con su boca cuando está entre las dos dimensiones asimétricas de una cama,… aunque también lo hace cuando se encuentra fuera de ellas (o sea en las cabinas telefónicas, en los parques urbanos cuando la noche se vuelve tan cizañera con ella, acurrucada en los baños, con afán en el metro, etcétera). Su oficio es chupar vergas, beber, pues lo de tirar si le resulta más parecido al amor. Y por amar, ella, mi amiga, a nadie le cobra. A nadie.
Que buen cuento Iván¡¡¡
ResponderEliminarDéjame decirte que res muy bueno para escribir, sobre todo rematas muy bien los cuentos...sigue así.
Un abrazo.
Es claro, fuerte y sugestivo...
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